Aunque se trate de conceptos usados habitualmente por nuestros pacientes, hoy en día son muchos los que desconocen que el sarro y la placa bacteriana o placa dental son dos sustancias diferentes.
¿Qué es la placa dental?
La placa bacteriana o también llamada biofilm oral está formada por restos de comida en conjunto con partículas orales y la propia saliva. La placa dental se forma en el momento de consumo de los alimentos, por lo que es necesario realizar el cepillado dental después de su consumo para evitar que este residuo bacteriano se acumule entre los dientes, ya que, al adherirse con tanta facilidad a las piezas dentales, especialmente en la línea de las encías, perjudica gravemente el esmalte pudiendo llegar a provocar caries e incluso gingivitis.
¿Qué es el sarro?
El sarro aparece cuando la plaza bacteriana se acumula y se endurece en los dientes, siendo éste una consecuencia de una mala higiene a lo largo del tiempo. Además, la presencia de sarro supone un riesgo aún mayor que la presencia de placa, provocando también la posible aparición de enfermedades periodontales.
A diferencia de la placa dental, la cual podemos evitar mediante el cepillado diario, para la eliminación del sarro debemos acudir al dentista para que éste pueda eliminarlo a través de una limpieza bucal.
Como se puede apreciar, ambos agentes son perjudiciales y suponen una amenaza importante para la salud dental de cualquier persona. Por ello, acudir al dentista de forma periódica, realizar (si el odontólogo lo indica) una limpieza bucal al año, así como mantener una higiene bucodental diaria, son las mejores formas de prevenir la acumulación de placa dental y formación de sarro.
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