La endodoncia es, en términos generales, el tratamiento de los conductos del diente y uno de los procedimientos odontológicos más habituales. La endodoncia permite conservar la pieza dental pero elimina el tejido pulpar o nervio cuando este aparece dañado o enfermo, limpiando y sellando el conducto.
Nuestra clínica cuenta con la tecnología más avanzada para conseguir los mejores resultados en endodoncia, pero es recomendable que el paciente que se ha sometido a este proceso asuma unos cuidados bucales especiales durante las horas o días posteriores al tratamiento.
- Esperar a que termine el efecto de la anestesia. Durante las primeras horas posteriores a la endodoncia, se puede experimentar una sensación de hormigueo debido a la anestesia utilizada. Masticar cuando persiste ese adormecimiento bucal es peligroso y está totalmente desaconsejado por riesgo de mordeduras en lengua o carrillo.
- No masticar alimentos duros o pegajosos durante el tiempo que transcurra entre la endodoncia y la reconstrucción final del diente. Después del procedimiento propiamente dicho, el endodoncista realiza una reconstrucción temporal del diente que necesita cuidados especiales antes de ser sustituida por la definitiva. Además de evitar los alimentos duros o pegajosos, es aconsejable intentar masticar del lado opuesto a la reconstrucción durante algunos días. De este modo, protegemos el diente de posibles fracturas indeseadas. Una vez que la reconstrucción final esté hecha, se puede volver a masticar con normalidad. Asimismo, se pueden cepillar los dientes normalmente, pero hay que tener especial cuidado al utilizar el hilo dental para evitar que el provisional pueda soltarse.
- Medicación analgésica-antiinflamatoria. Una vez pasado el efecto de la anestesia, el paciente puede percibir molestias o dolor durante varios días, dependiendo de donde se produzca la reacción de inflamación. El odontólogo indicará la medicación adecuada para aliviar esas molestias y que corresponda a la situación previa que llevó a realizar la endodoncia.
- Reconstrucción definitiva. Tras el periodo de cicatrización y la colocación de la pieza permanente, esta puede ser tratada como el resto de los dientes llevando a cabo la correcta higiene bucal habitual. Es posible que esta reconstrucción requiera un sellado periférico que proteja la pieza de fracturas, pero es el endodoncista quien lo valorará en la revisión del tratamiento.
Después de una correcta endodoncia, el diente restaurado puede durar lo mismo que un diente natural, siempre que se sigan los cuidados necesarios. Una buena higiene bucodental, alimentación equilibrada y visitas periódicas al dentista son claves tanto para piezas restauradas como para el resto de la dentadura y las encías.
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