Claves para elegir a un buen dentista

Cuando tenemos un problema de salud bucal o bien necesitamos revisiones para comprobar el estado de nuestra boca, vemos que hay una gran oferta de consultas dentales y de tratamientos low-cost, por lo que a veces nos preguntamos cómo elegir una buena clínica dental. Para dar respuesta a esta pregunta, te explicamos cuáles son los elementos fundamentales en la toma de decisiones a la hora de elegir un dentista o clínica dental.

1. La experiencia y profesionalidad del equipo médico

Es aconsejable que la consulta odontológica posea un equipo profesional formado en todas las especialidades dentales, como puede ser la implantología dental o la ortodoncia. De esta manera, podrás recibir un trato integral mediante el trabajo en equipo de todos los profesionales.

Es imprescindible que el profesional que le atiende sea licenciado en odontología y esté altamente formado y cualificado en su área con título máster o postgrado; también debe estar colegiado. Asimismo, el personal de clínica que trabaja con la boca de los pacientes debe ser higienista o auxiliar titulado.

2. La garantía profesional y la confianza

Es conveniente que el odontólogo le ofrezca una serie de garantías realistas en su tratamiento, es decir, que le indique las ventajas e inconvenientes de someterse a él para que al salir de la consulta tengas claro qué se va a hacer y cuáles son los factores ajenos al profesional y al paciente. El dentista debe informar y responder con interés y amabilidad todas las dudas y el trabajo en clínica debe estar desarrollado sobre protocolos y procesos que garanticen la máxima calidad asistencial.

La clínica dental debe ser gestionada con el propósito de cuidar la salud de sus pacientes por encima de los beneficios empresariales y económicos. Es muy importante el valor diferencial de una consulta que mantiene estos fundamentos frente a cadenas cuyo único interés es su beneficio económico a corto plazo. Un buen profesional no sobrevalora sus prestaciones, sino que propone tratamientos en función de cada necesidad.

De la misma manera, también es importante que la clínica dental tenga profesionales de larga duración para evitar encontrar personas nuevas cada determinados meses como sucede, por ejemplo, en las clínicas lowcost o franquicias con una alta rotación.

3. Higiene y calidad de los materiales

En lo referente a la limpieza, es importante prestar atención cómo se ve la consulta y el equipo profesional y, sobre todo, en si el material que se utiliza cumple con todas las características de esterilización y control. Un buen dentista utiliza materiales de máxima calidad que hayan superado los exigentes estándares de calidad, de proveedores con experiencia.

La consulta debe cumplir unas medidas de higiene y esterilización básicas tales como el uso de guantes, el baño desinfectante del material, lavado manual del instrumental, esterilización en autoclave o control biológico. Siempre puedes preguntar a tu dentista cuáles de estas medidas lleva a cabo.

4. Equipamiento moderno

Es fundamental que un dentista se mantenga en constante renovación, tanto de sus conocimientos como de su propia clínica. Usar las tecnologías más avanzadas es sinónimo de un diagnóstico más certero y un tratamiento más eficaz. Si la clínica dental a la que acudes no cuenta con tecnología moderna, será mucho más difícil que hagan un buen trabajo. Por eso, elige un centro en el que se preocupen por incorporar equipamiento moderno, técnicas avanzadas y tecnología de vanguardia con la que tratar todo tipo de problemas en tus dientes.

5. Ubicación

Es esencial que la clínica esté bien ubicada y que sea accesible mediante transporte público o que cuente con zonas de fácil aparcamiento, ya que muchos de los pacientes, por motivos personales o de trabajo, no pueden dedicar demasiado tiempo a acudir al dentista. La accesibilidad es importante cuando tengamos que ir varias veces o tenemos una urgencia. Asimismo, es conveniente que los profesionales puedan adecuarse a las posibilidades horarias de todos los pacientes y ofrecer disponibilidad y flexibilidad a la hora de concertar las citas.

6. Para toda la familia

Normalmente, el dentista que elijamos para nosotros suele ser el que también ofrecerá servicios para el resto de la familia. Por lo que, si tenemos un hijo o previsión de tenerlo, entonces el profesional debe dar también servicios a niños. Es una pérdida de tiempo ir a dos dentistas diferentes, además de que nos ofrecerá descuentos para todos, y aquella confianza que hace que sea óptimo para nuestros seres queridos.

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