Un quiste es un saco o cavidad rodeado de una membrana que contiene células, líquido, aire o una combinación de los tres. Los quistes dentales son conocidos como quistes odontogénicos y normalmente son células epiteliales que provienen del periodo embrionario, atrapadas en el interior del hueso. Estas células se van desarrollando de forma espontánea o cuando aparece algún proceso infeccioso en algún diente, y comienzan a formar el quiste dentario.
Aunque estas cavidades anormales son de naturaleza benigna, deben ser tratadas a tiempo, ya que las células que lo constituyen van creciendo y dividiéndose, creando una cavidad mayor que puede comprometer seriamente el hueso maxilar y causar movimientos dentales. Además, es muy importante realizar un correcto diagnóstico de los quistes dentales para diferenciarlos de las lesiones tumorales que se presentan en ocasiones en los huesos maxilares.
Síntomas de los quistes odontogénicos
La sintomatología ante la aparición de quistes dentales es muy variada. En las primeras fases de formación de este tipo de lesiones en los maxilares es muy probable que el paciente no note nada ni sienta dolor. Sin embargo, cuando un quiste dental se infecta o se agranda demasiado, puede comenzar a deformar el hueso donde se encuentra y en ese caso, pueden aparecer algunos síntomas tales como:
- Dolor e inflamación.
- Presencia de fístulas en la encía.
- Reabsorción de las raíces próximas al quiste dental.
- Parestesias o alteraciones de la sensibilidad en los labios por compresión de estructuras nerviosas.
- Desplazamientos de los dientes.
Tipos de quistes dentales
Los quistes odontogénicos benignos pueden clasificarse en dos grandes grupos: los quistes dentales del desarrollo que suelen estar causadas por los dientes que no han erupcionado o retenidos y los quistes dentales de tipo inflamatorio causados como consecuencia de una infección o proceso inflamatorio.
De todos los tipos de quistes odontogénicos que existen, los cinco tipos más comunes son:
1. Quiste inflamatorio periapical
Este tipo de quiste se produce alrededor de la punta (ápice) de la raíz de un diente, por lo general como resultado de la infección dentro de ese diente. En general se trata de quistes inflamatorios que se originan como consecuencia de caries o golpes que provocan la infección del interior del diente y su posterior llegada al hueso debajo de la raíz.
2. Quiste dentígero
Este quiste se produce alrededor de dientes no erupcionados, como muelas de juicio que aún no han salido, y provoca la pérdida ósea a su alrededor. El quiste dentígero por lo general debe ser eliminado junto con la extracción de la pieza dental no erupcionada.
3. Quiste periodontal lateral
Este es un quiste del desarrollo que se descubrimos casualmente al hacer una radiografía dental. Por lo general no causa ningún dolor, pero si pérdida ósea por lo que normalmente es eliminado mediante cirugía.
4. Quiste residual
Es el quiste que queda en el tejido óseo tras la extracción de la pieza dental ocupando el espacio del diente extraído.
5. Quiste de erupción
Este quiste generalmente afecta a los niños y ocurre cuando un diente está intentando salir a través de la encía, al romperse algunos capilares. Por lo general no necesitan tratamiento ya que desaparecen por sí mismos en unos 15 días, cuando el diente finalmente erupciona.
Los quistes dentales se desarrollan lentamente y en su mayoría sin presentar síntomas importantes, por lo que son descubiertos generalmente de manera fortuita en revisiones por medio de radiografías.
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